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nuestra casa colectiva  no es un lugar, casa de Luz vive en nuestro corazón.

En nuestro andar y en el camino, Casa de Luz ha habitado diferentes espacios. Primero, la idea de una casa, de un espacio colectivo a donde llegar, nos acompañó en las caravanas.

Al llegar a Tijuana, finalmente, tuvimos la oportunidad de ocupar una casa abandonada que poco a poco se convirtió en Casa de Luz.

Tiempo después, la familia de personas migrantes creció y Casa de Luz se mudó a un nuevo espacio; un antiguo gimnasio llamado La Gruta. Ahí permanecimos durante la pandemia. Ahora hemos caminado a un nuevo lugar, un viejo edificio donde nos han invitado a habitar para que Casa de Luz pueda, después de el camino recorrido, descansar en sus cimientos.

Aquí, encontrarán más de nuestra historia.

Los orígenes errantes

Los andares de la Casa

La Casa echa raíz

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